Por Mayra Lamotte Castillo
Foto: Arturo Enamorado López
Con su haz de banderitas cubanas en alto, Esther es más feliz esta mañana alumbrada por el júbilo de todos. La multitud canta el himno patrio y comienza el acto de la Isla de la Juventud por el Día de la Rebeldía Nacional.
En la plaza memorial El Pinero, la consigna dicha por la oradora desde la esencia patriótica conmueve: ¡Viva Cuba Libre! y la respuesta resuena: ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
Los ojos de Esther Roble Martínez brillan al ver a la niña con la bandera del 26 de Julio pintada en el rostro, a quien la mamá carga mientras escucha atenta el discurso de Ana Isa Delgado Jardines, primera Secretaria del Comité Municipal del Partido, pronunciado con efusivas palabras para enraizar en el pueblo el compromiso de hacer más con menos en la sureña ínsula necesitada de acelerar su desarrollo.
En otras pequeñas cosas Esther descubre Revolución; en el mensaje de la danza interpretada por los bailarines de la Escuela de Instructores de Arte, esos jóvenes que le recordaron a su nieta Lianet García, de solo dos añitos, quien le dice “mi mami”, en vez de abuela, y desde que asiste al círculo infantil es una mina de ocurrencias, como la de querer ser bailarina “cuando sea grande”.
Pancartas, carteles, fotografías y otras iniciativas, fruto del ingenio de las personas que acudieron a la plaza, vestidas con los colores de la bandera, dan prueba de unidad y patriotismo.
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